La mejor parte de Frases cristianas de fortaleza
1. Apreciar el inclinación de Dios: El sacrificio de Jesús es una muestra extraordinaria del bienquerencia de Dios cerca de nosotros. Nos amó tanto que estuvo dispuesto a sufrir y sucumbir por nuestros pecados.
Masfe.org es un esfuerzo internacional independientemente lidereado por fieles miembros de La Iglesia de Redentor de los Santos de los Últimos. No es un sitio oficial de la mencionada estructura religiosa.
Los hijos de Dios podemos acercarnos a la lectura de la Palabra con esto en mente. Reflexiona en estos versículos bíblicos sobre la esperanza a la fuego del evangelio.
La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de esta escuela de sufrimiento. Y abre un camino que nos permite releer aquellos tiempos de dolor que estamos llamados a atravesar de vez en cuando.
– Reflexionar sobre el bienquerencia y sacrificio de Cristo, recordando constantemente el significado de su sufrimiento en la cruz.
Antigua y ancestralmente, y metido como en el inconsciente colectivo de la humanidad, la enfermedad y el dolor estaban vinculadas a la transgresión, a la falta y a la pena correspondiente a esa trasgresión.
Nos invitan a reflexionar sobre nuestro propio pecado y a tomar el regalo de la salvación que Cristo nos ofrece a través de su sacrificio en la cruz.
Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesús nuestro Salvador.
Por cuanto permanecen fundados y firmes en la Confianza, sin ser removidos de la esperanza del evangelio que han audición, el cual ha sido predicado en toda la creación debajo del paraíso (Col 1:23).
Cuando la Biblia deje sobre la salvación se refiere a la permiso espiritual que check here Dios da a todos los que deciden creer en Jesús, se arrepienten de sus.
Jesús es el primero en hacerse siervo y en entrar en la escuela del sufrimiento. Asume la condición de siervo y se hace obediente hasta la asesinato.
Es importante tener en mente que el odio y la hostilidad no son castigos de Dios, sino simplemente productos del pecado humano. El mundo no siempre estará de acuerdo con nosotros y nuestra Certeza, pero esto no significa que hemos hecho algo malo.
Jesús nos da un ejemplo perfecto al expirar en la cruz por nuestros pecados, mostrando que Él tenía confianza en su Padre celestial y estaba seguro de su valor como Hijo de Dios.
Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el apego de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom 5:5).